La sanidad en los hospitales no solo se limita al tratamiento médico y la atención a los pacientes, sino también a la creación de un ambiente limpio y seguro para todos: pacientes, visitantes y personal.
De hecho, limpieza hospitalaria es una piedra angular en la prevención de infecciones, siendo crucial para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los que entran en sus instalaciones. Y esto es especialmente importante en un mundo donde los patógenos y las bacterias resistentes a los antibióticos representan una amenaza creciente.
Conscientes de estos retos, como especialistas en el campo de la higiene y la desinfección, desde La Corberana hemos preparado una guía con un enfoque detallado y práctico sobre cómo realizar una limpieza y desinfección de hospitales, adaptándonos a los estándares más altos de sanidad y eficiencia.
Desde la selección de productos de limpieza de hospitales adecuados para la desinfección hasta la implementación de procedimientos especializados, nuestro objetivo es proporcionar las herramientas necesarias para mantener un entorno hospitalario impecable, seguro y propicio para la recuperación de los pacientes.
Áreas de limpiezas en hospitales
Antes de establecer un protocolo de limpieza es importante diferenciar las diferentes áreas comunes en los hospitales y clínicas de salud, ya que no todas las zonas requieren el mismo protocolo de limpieza, desinfección y esterilización.
De hecho, las áreas de un hospital se clasifican según su nivel de riesgo de infección asociado, lo que determina la frecuencia y el método de limpieza requeridos.
A continuación, detallamos las principales áreas que deben ser objeto de una atención especializada para asegurar la que limpieza de un hospital.
1. Áreas críticas
Las áreas críticas incluyen quirófanos, unidades de cuidados intensivos (UCI), salas de aislamiento y cualquier otro espacio donde se realicen procedimientos invasivos.
Estas áreas requieren el nivel más alto de desinfección debido a su exposición directa a heridas abiertas y al riesgo elevado de transmisión de infecciones.
La limpieza se realiza con desinfectantes de amplio espectro, siguiendo protocolos estrictos para minimizar cualquier riesgo de contaminación.
2. Áreas semi-críticas
Comprenden aquellas áreas que, aunque no están expuestas directamente a procedimientos invasivos, sí tienen un contacto frecuente con pacientes o con dispositivos que los pacientes utilizan.
Ejemplos de áreas semi-críticas son las salas de radiología, las unidades de fisioterapia y las habitaciones de pacientes, especialmente cuando se utilizan para tratamientos que implican la inserción de sondas o catéteres.
En este sentido se requiere especial atención la limpieza de cama hospitalaria, mesa, sillones, baños y cualquier otro mueble o espacio de la habitación. La limpieza en estas áreas combina técnicas de saneamiento y desinfección para controlar la propagación de microorganismos.
3. Áreas No Críticas
Son áreas que tienen un riesgo relativamente bajo de transmisión de infecciones. Incluyen espacios públicos y de oficina como vestíbulos, pasillos, comedores y áreas administrativas.
Aunque el riesgo de infección es menor, una limpieza efectiva es esencial para mantener un ambiente seguro y agradable para todos los usuarios del hospital.
La limpieza regular con detergentes y desinfectantes estándar es generalmente adecuada para estas áreas.
4. Áreas de soporte y servicios
Estas áreas incluyen la cocina, la lavandería, el almacenamiento de equipos y suministros, y las instalaciones de gestión de residuos.
Aunque el contacto directo con los pacientes puede ser limitado, la limpieza y la desinfección adecuadas son cruciales para prevenir la contaminación cruzada y asegurar que los suministros y servicios que llegan a las áreas críticas y semi-críticas sean seguros.
Para cada una de estas áreas, es fundamental establecer protocolos de limpieza que incluyan la frecuencia, los productos utilizados y las técnicas específicas.
También es clave contar con personal de limpieza de hospitales capacitado específicamente para dichas tareas, ya que por tratarse de un entorno que requiere un alto nivel de limpieza, es necesario que conozcan y sigan el protocolo indicado para cada caso.
Manual de limpieza de hospitales, una guía práctica para un ambiente seguro
En los hospitales se requieren el cumplimiento de los más altos estándares de higiene, desinfección y esterilización de las diferentes zonas para asegurar un ambiente limpio, seguro y propicio para la atención de la salud.
Tipos de limpieza hospitalaria
La elección de la frecuencia y técnicas de limpieza hospitalaria se realizará en función de la área a ser higienizada, es tipo y cantidad de materia orgánica presente en la zona y la urgencia o necesidad con que deba ser limpiada.
Los procesos de limpieza de superficies pueden clasificarse en 5 tipos:
1. Limpieza de mantenimiento, concurrente o rutinaria
Es la limpieza diaria que se realiza en todas las áreas semi-criticas y no críticas del hospital, incluyendo pasillos, habitaciones de pacientes no aislados, oficinas y áreas de espera.
Su objetivo es mantener un nivel básico de higiene mediante el barrido, mopeado, limpieza de superficies y eliminación de residuos. Esta limpieza reduce la presencia de microorganismos y proporciona un ambiente agradable y seguro para todos.
2. Limpieza terminal
Se lleva a cabo en áreas que han sido desocupadas por pacientes, especialmente en habitaciones donde se han tratado enfermedades infecciosas o en salas de operaciones después de cada procedimiento.
La limpieza terminal es más profunda que la rutinaria y abarca la desinfección de todas las superficies, incluidos paredes, techos, suelo, ventanas y todos los equipos y mobiliario. El objetivo es eliminar cualquier riesgo de infección para los futuros ocupantes.
3. Limpieza de descontaminación
Este tipo de limpieza se enfoca en áreas contaminadas con materiales peligrosos, como derrames de sustancias corporales o químicos.
Requiere de protocolos específicos y el uso de equipos de protección personal para manejar y eliminar de forma segura los materiales contaminantes, seguido de una desinfección exhaustiva de la zona afectada.
4. Limpieza profunda
Aunque similar a la limpieza terminal, la limpieza profunda se realiza en intervalos programados y no necesariamente después de la desocupación de un espacio.
Se centra en áreas de alto contacto y de difícil acceso que pueden ser propensas a la acumulación de suciedad y microorganismos. Incluye la limpieza de ventilaciones, cambio de filtros de aire y desinfección profunda de equipos médicos.
5. Limpieza de alto nivel
Especialmente relevante en áreas críticas como quirófanos, unidades de cuidados intensivos (UCI) y salas de aislamiento. Este tipo de limpieza implica la utilización de productos desinfectantes y esterilizantes para superficies y equipos que están en contacto directo con los pacientes o que son utilizados en procedimientos invasivos.
Se realiza siguiendo estrictas normativas para prevenir la transmisión de infecciones.